EL REINO DE GRANADA

Medina Elvira.

Vista aerea de la situacion de Medina Elvira (foto del autor)

    Esta ciudad situada en las cercanías de Atarfe, en la parte sur de Sierra Elvira, tuvo presencia continua de población desde el siglo II hasta el XI, en que fue abandonada y destruida. En ella se han encontrado restos, romanos, visigóticos, y árabes. Esta ciudad se ha llamado de forma diferente según el periodo histórico a que nos refiramos, Castilia o Castala para romanos y visigodos, Elvira o Medina Elvira, para los árabes. Es diferente a la Granada actual, que según la época se llamo Iliberri (Iberos), Iliberis (romanos) o Garnatha (árabes), y situada en la colina que hoy ocupa el barrio del Albaicín.

    En el siglo II a partir de un pequeño asentamiento romano, una villa o un acuartelamiento militar se genera un pequeño núcleo de población, que se llamara Castilia o Castala, que ira aumentando lentamente su población. Se ha encontrado un necrópolis de 1.200 tumbas de época visigoda.

    A partir del 409 en que los pueblos germánicos cruzan los Pirineos, hay una época de vacío de poder en la España romana, que cambiara la fisonomía y mentalidad de los ciudadanos hispanos. El sur del país es gobernado por los Suevos, Visigodos, Bizantinos y nuevamente los Visigodos de forma sucesiva. La presencia continua de un conflicto provocó varias crisis que condujeron hacia el año 600, al abandono de parte de la población de Iliberis, siguiendo a los grandes terratenientes, esto provocó un fuerte aumento de la población de Castilia o Elvira, situada junto a la fértil vega, que se fue convirtiendo en la ciudad mas importante de la comarca.

    Cuando llegan los musulmanes en el 713, se encuentran 2 ciudades diferenciadas: Garnatha, habitada en su mayoría por judíos, que habían permanecido en la antigua Iliberis, y que proporcionaron el nuevo nombre al lugar al llegar los árabes, y que no ocupaban un territorio extramuros de la ciudad, sino que habían vivido desde siempre dentro del recinto urbano y Castilia o Elvira con una población cristiana y ciudadanos de pleno derecho, en la época musulmana esta ciudad se convierte en la capital de la provincia o Cora de Elvira, por lo que se conoce como Medina Elvira.

Plato del caballo

    La ciudad debió alcanzar un importante desarrollo económico y social durante los siglos VIII, IX y X. A pesar de que tenemos pocos datos, hay testimonios de como sus eruditos eran solicitados por la Córdoba califal, así como la perfección calidad de los restos artísticos encontrados entre sus ruinas, como las 6 lamparas de la mezquita.

Lampara de la mezquita

    El final del Califato de Córdoba fue un periodo de gran agitación. Los mercenarios de origen bereber procedentes del norte de África que al-Mansur había traído , acabaron convirtiendose en un partido que pronto se enfrento a los mismos andaluces y a los grupos de eslavones. A principios del siglo XI, a partir del 1.009 se rompe la unidad y se forman muchos pequeños estados independientes, los reinos de Taifas. Hacia los años 1.009 y 1.010 fruto de esas guerras civiles, la ciudad fue atacada varias veces siendo incendiada y destruida. Por esto el bereber Zawi ben Ziri convence a la población y se trasladan a una posición mas defendible, la antigua Iliberis (Granada).